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Moderar paneles: Mucho más que conocer el tema de discusión

La moderación de un panel en un evento se trata de orquestar un espacio dinámico donde la audiencia se sienta parte del diálogo. El éxito de la discusión depende de la habilidad del moderador o moderadora para conectar, equilibrar egos y mantener la energía fluida entre panelistas y público.

 

Por Denise Rabin

El rol de la persona moderadora en un panel de charlas y exposiciones suele subestimarse, cuando en realidad de ella depende en gran medida el éxito de la sesión, así como la retención de la atención y el entusiasmo de la audiencia. Quien realiza la moderación debe ser una persona carismática y capaz de equilibrar las energías de todos los presentes.

En muchos casos, se elige a la persona moderadora por su profundo conocimiento sobre el tema.

Sin embargo, si esta es la razón principal, quizás esa persona debería ser panelista en lugar de moderadora. Lo verdaderamente crucial no es la profundidad de su conocimiento, sino su habilidad para atraer y conectar con la audiencia. Debe mantener un delicado equilibrio entre no eclipsar a los panelistas con su presencia y, al mismo tiempo, ser lo suficientemente interesante para ganarse el respeto del público, manteniendo la atención y el dinamismo del debate.

Como presente a los panelistas será también parte de su arte. No se trata de leer un cv, sino de encontrar maneras creativas de introducir a alguien que hablará durante los próximos minutos.

La misión principal de la persona moderadora es no perder de vista al público. Un panel no es una conversación privada entre unos pocos mientras otros miran a través de un cristal. Ignorar a la audiencia es un grave error. Frases como “Nos quedamos sin tiempo, así que solo podemos aceptar una o dos preguntas del público” son, en mi opinión, una falta de respeto. Es como invitar a alguien a tu casa, hablar solo de ti, y luego despedirlo justo cuando está por decir algo porque se hizo tarde.

A menudo, las preguntas del público no son buenas, quizás por falta de práctica.

Algunos participantes en ocasiones pierden el hilo al realizar largas introducciones o compartir anécdotas personales, casi como si desearan ocupar una silla inexistente en el panel. Otros pueden hacer varias preguntas a la vez, lo que dificulta seguir el hilo, o formular una pregunta de manera confusa. Aquí es donde la persona moderadora debe intervenir, ayudando a los participantes a ser más concisos, reformulando preguntas o interrumpiendo cuando la situación se desvía.

En grandes auditorios, recolectar información en tiempo real puede marcar la diferencia. Hoy en día, la tecnología ofrece múltiples herramientas para interactuar con la audiencia y utilizar los resultados como base para un debate más rico entre los panelistas. El éxito de esos experimentos, sí, también recae en el moderador o moderadora que tiene que entender a la perfección como esas herramientas funcionan.

Es fundamental que la persona elegida dedique tiempo a crear un clima previo con los oradores, hablar con ellos y delinear la estructura del panel. No recomiendo permitir presentaciones digitales de los panelistas, ya que estas suelen estar más asociadas a capacitadores o conferencistas únicos.

En un panel, donde debe haber constante interacción, las presentaciones tienden a promover monólogos y reducir la dinámica del intercambio.

Es importante también no confundir los roles cuando se busca diversidad. Muchas veces se decide que la moderación sea llevada a cabo por una mujer porque los expositores son todos hombres. Sin embargo, elegir a una moderadora por razones de cupo femenino no es, de ninguna manera, una garantía de diversidad de voces en el panel.

La persona moderadora tiene la responsabilidad de garantizar que la audiencia se lleve información valiosa, que reflexione sobre lo escuchado y que, si lo desea, pueda interactuar con el panel. Es igualmente crucial que la moderadora o moderador maneje adecuadamente los tiempos y las transiciones durante el panel. Debe saber cuándo intervenir para mantener la fluidez de la conversación y cuándo permitir que un tema se desarrolle más profundamente.

Esto requiere una escucha activa y una comprensión dinámica del flujo del diálogo y asegurar que cada voz sea escuchada sin que ninguna domine la discusión en detrimento de las demás. Si hay distintas posturas, que puedan desarrollarse en un tiempo similar.

La habilidad para formular preguntas incisivas y relevantes también es fundamental para desentrañar puntos de vista interesantes y generar un intercambio valioso entre los panelistas y con la a

udiencia. Un cierre con una conclusión de lo conversado de la moderadora o moderador, lo que dejó el encuentro, sin dudas es un broche de oro para una jornada de reflexión.

Denise Rabin

Cofundadora de Mujeres Speakers, una agencia de comunicación exclusiva para mujeres profesionales de Latinoamérica y Estados Unidos.

Productora periodística con 18 años de experiencia en medios como CNN, La Nación, Telefe, TN, Perfil y América TV. He sido nominada a los Premios Emmy en dos ocasiones y he recibido múltiples Premios Produ.

Desde 2019 formo parte de la comisión directiva del Foro de Periodismo Argentino (FOPEA) donde organizo el Congreso de Periodismo Multiplataforma en Córdoba, un evento que en 2024 atrajo a más de 500 asistentes y 38 speakers de toda Argentina.

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