Si bien el número de mujeres que forman parte de la actividad agropecuaria creció, aún continúa siendo un terreno liderado en su mayoría por hombres, con pocas mujeres como protagonistas, o lo que es peor, muchas veces mujeres invisibilizadas.
Las barreras de género se presentan en todos los rubros, pero en el agro debemos decir, que se nota más. Aunque ha ido cambiando de a poco, todavía hay un largo camino por recorrer. Afortunadamente, la mujer está cada vez más involucrada en el agro, y ha logrado ir haciéndose un espacio dentro de la ruralidad.
El universo laboral rural tiene enormes posibilidades para todos, pero a veces el principal obstáculo es uno mismo. Si una se propone un objetivo, una meta, y lucha por lograrlo, les aseguro no hay límites. La profesión del campo es realmente maravillosa y tan amplia, que podemos especializarnos o trabajar en diferentes roles.
Es por ello que es importante contar experiencias, explicar que es desafiante pero no imposible y por supuesto, trabajar para incentivar a más mujeres y promover que ocupen puestos de toda índole, lo que ayuda a derribar los estereotipos y las barreras impuestas, las que de a poco están cambiando y transformándose gracias a la gran trabajo y penetración de las mujeres en la agroindustria.
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