Lean IN Argentina

Siempre para adelante como estampida

Si me preguntaban hace 5 años en dónde me vería hoy, jamás hubiese imaginado estar acá.

La vida venía sacudiendo mis días, me sentía vulnerable, chiquitita, indefensa. Hasta que una amiga me dijo “no necesitas de ningún caballero que venga a salvarte, calzate tu propia armadura y salí al mundo a salvarte sola” y eso hice.

Me acerque al Combate Medieval queriendo enfrentar todo eso que me marcó y no me dejaba avanzar, un deporte en donde te calzas realmente una armadura y debes enfrentar a otros con tu espada y escudo, un deporte de contacto pleno, en donde no solo cuenta la técnica de combate, si no también, el desafío personal que es aguantar los kilos de tu equipamiento encima además de los golpes de tu contrincante… 

Un ambiente que te acerca tanto a la historia, a otras épocas y culturas, como a la salud física, al trabajo en equipo, a la camaradería. Algo tan completo que enseguida me cautivó y se ganó mi corazón y pasión.

Mis comienzos fueron en un club que elegí por cercanía a mi domicilio, de a poco me fui adentrando, conociendo gente maravillosa, entendiendo de organizaciones, de códigos, de internas, y fui involucrándome más y más.

Veía tanto por nutrir, veía tanto por mejorar que empujaba y trabajaba en intentar ser escuchada. Pero no pasaba. Qué importaba lo que quería Barbi, si apenas es una escudera y no es la mejor peleadora del país, si no es nadie importante en el ambiente, si es solo un miembro más del club.

Tomé una decisión que fue hacerme a un costado, frustrada, enojada, aceptando que cuando la gente no quiere evolucionar no hay mucho que se pueda hacer.

Y ahí fue que aprendí que uno siempre cosecha lo que siembra, y cuando me estaba yendo miré a un costado y estaba Aníbal, y junto a él unos diez miembros más, que sí me escucharon, que sí valoraron mi forma de ver las cosas. Y no solo nos siguieron, sino que nos apoyaron, y tanto ellos como muchos miembros de otros clubes nos dieron el empujón de animarnos a fundar nuestro propio club.

Desde enero 2023 soy la presidente de Magna Rhino Combate Medieval, y junto a Aníbal que hoy es el Director Deportivo y DT creamos un club que hoy cuenta con más de 20 socios activos, ya con peleadores presentados a torneos, con inversión en equipamiento de entrenamientos que hace que logremos entrenar cuatro días a la semana. 

Un deporte que se ve tan masculino, tan agresivo y violento. Lo que imaginan todos cuando decís Combate Medieval es a un hombre alto, con barba, con su armadura y espada. Se asombran cuando decimos que existen mujeres peleadoras, son pocas, pero al verlas entrar a la liza y dejarlo todo, inspira, genera admiración y es por eso que existe una conexión que no importa de qué club seas, siempre contamos las unas con las otras y nos desafiamos siempre a ir por más. Verlas a ellas me dio fuerzas para animarme, y entender que no importa si soy hombre o mujer, sino que lo importante es el espíritu, la fortaleza y la firmeza en decidir avanzar.

Cuánto miedo y cuantas dudas me invadieron al principio, muchas veces fui subestimada a la hora de tomar decisiones, fui cuestionada y desvalorizada, pero me mantuve firme y pude demostrar que sé lo que hago, que mi equipo tiene un objetivo y enfoque y no voy sola hasta allá, voy con todos los miembros que empujan conmigo.

Uno cosecha lo que siembra… yo sembré claridad, objetividad, fidelidad, buenas amistades, fui firme y decidida, no me deje aplastar, ni callar, no me quede quieta y elegí no insistir donde no era y poner toda la energía en donde sí es. Y coseche a Magna Rhino, que crece día a día. Hoy somos una estampida de bestias que va con todo para adelante y no dejamos que nada se interponga. Y sigo aprendiendo del camino confiando más que nunca en mí misma.

 

Bárbara G. Altamirano

Presidente y fundadora de Magna Rhino Combate Medieval

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magnarhino@gmail.com