Lean IN Argentina

Educación Virtual y el impacto en las madres

por Analía Beuret*

Desde hace varios años, diversos estudios sacaron a la luz las brechas existentes entre el varón y la mujer en temas vinculados a la inserción laboral, al acceso a puestos jerárquicos, a los niveles de ingreso, al reparto de tareas de cuidado y de tareas domésticas. Con el surgimiento de la pandemia se ha reforzado esta situación.

Según una investigación de UNICEF Argentina durante la pandemia, el 51% de las mujeres han estado más sobrecargadas por las tareas del hogar.

Las mujeres se hacen cargo del 65% de las tareas domésticas frente al 35% de los varones. A esto se agrega la educación virtual de los niños y niñas. Un relevamiento del INDEC informa que en casi tres de cada cuatro hogares del Gran Buenos Aires la dedicación principal de las tareas de apoyo escolar ha estado y está a cargo de las mujeres.

La tecnología ha facilitado nuestras vidas desde siempre. Ha sido un medio para optimizar tiempos, recursos y habilidades. Sin embargo, estos beneficios casi siempre han sido para un grupo etario. Así como la tecnología es difícil de incorporar para los adultos mayores, se produce una ecuación similar en los niños y niñas, a menor edad mayor es el tiempo requerido a los adultos para su acompañamiento. Este acompañamiento se incrementa con la educación virtual, lo que tiene mayormente un impacto en las mujeres.

Hoy las madres no sólo se ocupan de las tareas de sus hijos e hijas fuera de la virtualidad, sino que también están presentes durante las clases on-line para darles el soporte necesario, sea en el acompañamiento de las tareas, en la adquisición de los contenidos a aprender y/o en la contención emocional y psicológica que, por la distancia, las maestras no alcanzan a plasmar de la misma manera que en la presencialidad. Como las clases virtuales coinciden con el horario laboral de la mayoría de las personas, las madres están obligadas a dividir la atención entre su trabajo y la clase. En caso de tener más de un hijo y/o hija en edad escolar, se multiplica la complejidad entre la cantidad de clases on-line, la superposición de ellas y la disponibilidad de dispositivos en casa.

Las mujeres hacen malabares entre las tareas del hogar, la educación virtual de sus hijos e hijas, las exigencias de su trabajo y el estrés, por la posibilidad de perder el trabajo. El mismo relevamiento realizado por el INDEC, indica que dos de cada tres mujeres del Gran Buenos Aires afirmaron tener un aumento en el nivel de ansiedad durante la pandemia.

Ahora bien, teniendo en cuenta que siete de cada diez personas ocupadas en el sector de salud son mujeres, la demanda laboral y familiar existente para ellas es inigualable

Para que esta situación pueda cambiar, lo primero que tenemos que hacer es hablar de ella lo suficiente a fin de tomar conciencia. Luego, es fundamental evaluar qué podemos hacer para aliviar la carga de las madres desde el lugar en el que nos encontramos. Parejas, empleadores, instituciones educativas y agentes gubernamentales pueden tomar diferentes acciones orientadas a atender este problema sustancial. Y aquí, nuestra sororidad es fundamental. Tengamos el rol que tengamos, como comunidad de mujeres es esencial que tomemos la iniciativa, que seamos protagonistas en la concientización, en la búsqueda, en la toma de decisiones y de acciones que mejoren el bienestar de estas mujeres. 

Esta pandemia cambió la realidad de todos y con ello surgieron y seguirán surgiendo nuevos paradigmas. Nos ha obligado a darnos cuenta de qué es lo importante y a pensar nuestra realidad de un modo diferente. Nos ha obligado a ser creativos, a dar otro paso dentro de la innovación y a avanzar rápidamente en la tecnologización de nuestras empresas, escuelas y familias. Nos está obligando también, a pensar la equidad desde una perspectiva más integral y colectiva. Y aquí, es importante que tengamos presentes en nuestras decisiones a las mujeres y especialmente a las que son madres. Es la única manera de evitar un retroceso en las conquistas alcanzadas hasta el momento.

*Analía Beuret, Consultora en RR.HH.,  https://www.linkedin.com/in/analiabeuret/